AIRE FRESCO EN ESTA BODA RELIGIOSA
Lourdes Txiki testigo del amor de Vanessa y Álvaro
Acabo de dejar a Vanessa en casa de sus padres. He estado con ella y su familia haciendo las primeras fotos del día. Tomando el pulso a los nervios. Una hora antes he visitado a Álvaro que se alojaba en un apartamento junto a sus hermanos. Casualidades de la vida, me resultaba familiar ese apartamento porque hacía unos meses me había encargado hacer las fotos de ese piso para una empresa de alquiles de apartamentos turísticos.
Me dirijo al lugar de la ceremonia. Hacía muchos años que no lo visitaba. Lourdes Txiki, me recibe como lo imaginaba. Recorro un pequeño camino asfaltado entre árboles y llego a una pequeña cueva. El entorno es tranquilo. Solo se oyen cantos de pájaros y el agua que fluye por un riachuelo próximo al altar. A Vanessa y Álvaro los he encontrado relativamente tranquilos. Y voy conociéndolos un poco más. Dos personas extraordinarias que se muestran felices desde primera hora del día.
Poco a poco van llegando los invitados y Álvaro. Al rato llega un coche clásico con Vanessa y su padre. Álvaro, con una mezcla de felicidad y emoción abre la puerta del coche a Vanessa. Primer cruce de miradas del día entre ellos que no hace más que confirmar que están enamorados.
La ceremonia transcurre en un entorno natural y relajado. El maestro de ceremonias, el cura, muestra un discurso muy actual que lo retrata como un buen anfitrión y poco a poco se va ganando a todos los invitados de la boda. Una suerte para los novios y para mí porque gracias a su cercanía puedo moverme con cierta naturalidad y tranquilidad, algo que siempre agradezco porque me facilita mucho la vida. ¡Gracias!
Finaliza la ceremonia. Momento arroz, dantzaris, abrazos y besos y fotos de invitados. Vanessa y Álvaro se han relajado muchísimo y siguen con sus sonrisas perfectas. En las fotos de pareja buscamos un poco de tranquilidad y continuamos en lugares rodeados de naturaleza. Es un día caluroso así que buscamos árboles que nos den un poco de sombra (y nos quiten sombras no deseadas en los ojos). Es en este momento cuando me doy cuenta de que son dos personas elegantes a la vez que cercanas. Se mueven con elegancia. Sus gestos, sus miradas, son perfectas. Y sus caras están llenas de luz. No hace falta decirles nada. Se muestran naturales, abrazándose, agarrándose, besándose, riéndose… ¡Perfecto!
Terminadas las fotos nos dirigimos al restaurante Ni Neu y los invitados ya nos esperan en la nueva terraza. Pero antes hacemos unas últimas fotos en el puente del Kursaal, tal y como querían Álvaro y Vanessa. Nos despedimos de Elena y Mikel, y de su coche clásico. Nos han acompañado y echado un cable durante las fotos de pareja. ¡Gracias!
Y ya no podemos demorar más la entrada. Los familiares y amigos demandan su presencia en la terraza, así que entramos y se funden entre besos y abrazos. Los pierdo de vista durante unos minutos a sabiendas de que necesitan estar con los suyos un momento. Así que me centro en los invitados. Fotografío el ambiente, la gente, la fiesta que no ha hecho más que empezar…
Gracias Vanessa y Álvaro, sois encantadores. ¡Os deseo lo mejor!
