The Hotel San Prudentzio in Getaria and its natural place, surrounded by vineyards, conquered all those attending the wedding and myself. It was full summer and the afternoon / evening was amazing.
Quisieron celebrar su día en esta ciudad, en parte imaginando un tiempo más agradable. Creo que fue una de las bodas más lluviosas que he narrado en mi vida.
Fue un gran día el de Miren y Jokin. Aunque nadie nos aseguraba que no jarreara, como venía siendo habitual durante este mes, finalmente libramos la lluvia en los momentos más importantes.
La boda de esta maravillosa pareja fue una combinación perfecta entre el ritmo imparable de la ciudad y el relax de la naturaleza. Comenzámos con los preparativos a primera hora del día, cuando aún la ciudad despertaba perezosa.
Me sedujeron desde el primer día que los conocí. Carla y Slimane derrochan energía de la buena. Tienen las cosas claras y dejan entrever su personalidad con cada decisión que toman. Son dos personas con iniciativa, inteligentes y además, se quieren y se dejan querer.
Comenzaba el día con previsiones de cielos despejados y altas temperaturas, sobre todo al mediodía, momento de la ceremonia. A primera hora me dirijo a casa de los padres de Pablo donde.
Princesa, príncipe, carroza, castillo, bosque, boda... y a los dragones seguro que los han vencido antes de celebrar su día. Cuando he vuelto a ver las fotos de la boda de Celia y Jaime, con más calma, me ha dado la sensación de estar leyendo un cuento.
Cuando conocí a Elena y Tito se me pusieron los ojos como platos cuando me comentaron la idea de llegar en barca al restaurante. Todo lo que salga de lo normal...
Acabo de dejar a Vanessa en casa de sus padres. He estado con ella y su familia haciendo las primeras fotos del día.